De: La Frikipedia, la enciclopedia extremadamente seria.
Cuando hablamos sobre metafísica y teoría celular estamos hablando de lo que los humanos creen ser, por sí mismo, la verdad absoluta de la vida en la Tierra.
Esto normalmente sería cierto, pero en casos especiales y, a veces, de ultratumba, la verdad de la forma en que las cosas son dichas (y no son hechas, porque eso nos lleva a todo un tema diferente) es, en esencia, mentira... o no... todo depende...
Bueno, el punto es que nadie sabe qué es lo que va a pasar (excepto la gente que tiene una bola de cristal y un puntito rojo en la frente) y por lo tanto estamos todos sujetos a una infinidad de posibilidades que pueden ser tanto posibles o no y no hay forma de saberlo.
Este debate nos lleva a lo que muchos llaman la teoría de la sincronicidad del ser absoluto e irremediablemente alterno, que lleva a las almas de los caídos en batalla a lo que se llama la primera célula o célula madre que a su vez tiene que ver con nuestra galaxia (llamada energía cinética es capaz de hacer desaparecer un éter etílico (cuya configuración química nuclear es 4-hidroxi-8,5-metildimetil-6-alfa-dicloropentanoetileno) en la realidad la desaparición de un planeta requeriría tanta energía cinética que es absolutamente despreciable la posibilidad de que en realidad suceda.
Por esto y por muchas otras cosas más, hay que proliferar lo que podría ser verdad pero no lo es...
Es muy simple: mediante el Tercer Ojo uno debe ver la gama de infinitas posibilidades que nos brinda el Motor Perpetuo (mejor conocido como "Nerzul" y en algunos casos "Dios").
Para abrir el Tercer Ojo hay dos formas: podemos pasar años meditando y acrecentando nuestra fuerza espiritual para alcanzar un estado cercano al del meditación y fastening) o podemos agarrar un cuchillo y/u otro elemento puntiagudo o cortante, despedazar nuestra frente y la parte frontal de nuestro cráneo y así abrir el Tercer Ojo mucho más fácilmente.
Este es el punto de la existencia humana: averiguar lo que no importa. Algunos científicos dicen que en realidad es 42, pero este artículo está más relacionado con la metafísca y no con la filosofía, así que depende del cristal con que se lo mire: no es lo mismo lo que diría un sociólogo al respecto tampoco.
Un claro ejemplo de lo que podría ser verdad pero no es es la Avalancha Supersónica, que consiste en tomar un elemento al azar, concentrarse mucho y lograr romper las telas de la realidad para que ese objeto emita altas cantidades de ondas supersónicas nocivas para el hombre que, a su vez, lograrían romper el puente de la realidad y disminuir la expansión del universo, causando así que la materia negra que rodea lo que no conocemos se expanda y transforme a los ponys en monstruos que emiten radiación ultravioleta y tiran fuego de la boca (aunque muchos dicen que no sería fuego sino una materia roja con consistencia parecida al fuego llamada paraplexigutio).
Los OVNIs son otro buen ejemplo: un azúcar.
Para encontrar más de estas cosas, rómpanse la cabeza y abran ese Tercer Ojo atrofiado.
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